Acero Inoxidable 304
El acero inoxidable 304 es la forma más común de acero inoxidable usada en el mundo, en gran medida debido a su excelente resistencia a la corrosión y a su valor. Este contiene entre 16 y 24 porciento de cromo y hasta 35 por ciento de níquel, como también pequeñas cantidades de carbón y manganeso.
La forma más común de acero inoxidable 304 es el acero inoxidable 18-8 o 18/8, el cual contiene 18 por ciento de cromo y 8 por ciento de níquel.
El 304 puede resistir la corrosión de los ácidos más oxidantes. Esa durabilidad hace al 304 fácil de desinfectar y por lo tanto ideal para aplicaciones de cocina y alimentos. También es común en edificios, decoraciones y amoblado de sitios.
El acero inoxidable 304 tiene una debilidad: es susceptible a la corrosión por soluciones de cloruro, o por ambientes salinos como la costa. Los iones de cloruro pueden crear áreas localizadas de corrosión, llamadas “picaduras”, las cuales pueden expandirse por debajo de las barreras protectoras de cromo para comprometer las estructuras internas. Las soluciones con tan poco como 25 ppm de cloruro de sodio pueden empezar a tener un efecto corrosivo.
Acero Inoxidable 316
El grado 316 es la segunda forma más común de acero inoxidable. Este tiene casi las mismas propiedades físicas y mecánicas que el acero inoxidable 304 y contiene un material de composición similar. La diferencia clave es que el acero inoxidable 316 incorpora cerca de 2 a 3 por ciento de molibdeno. La adición incrementa la resistencia a la corrosión, particularmente contra cloruros y otros solventes industriales.
El acero inoxidable 316 es usado comúnmente en muchas aplicaciones industriales que incluyen procesos químicos y también ambientes altamente salinos como las regiones costales y áreas exteriores donde las sales de deshielo son comunes. Debido a sus cualidades no reactivas, el acero inoxidable 316 también se usa en la fabricación de instrumentos médico quirúrgicos.
Grados de serie 300 alternativos pueden contener hasta 7 por ciento de molibdeno. Ellos proveen incluso mejor resistencia al cloruro, pero dicha resistencia tan potente sólo es necesaria en condiciones industriales o de exposición a altas concentraciones.